Dos agentes de la policía visitaron el colegio Juan Pablo II de Alcorcón. Advirtieron a los alumnos de diferentes cursos de Secundaria y Bachillerato de los peligros que se ocultan tras la atractiva apariencia de las redes sociales y les concienciaron de la necesidad de extremar el cuidado de los datos que publican a través de las mismas.
¿Por qué existen las redes sociales? Con esta pregunta se iniciaban las diferentes charlas que dos agentes del cuerpo de la Policía Nacional impartieron a diferentes cursos del colegio con el objetivo de concienciar a los jóvenes de las amenazas e intereses que se ocultan detrás de estas redes sociales aparentemente inocuas.
¿Cuál es la razón de las redes sociales?, ¿es acaso la disposición de servicio a los demás la que motiva la existencia de redes como Facebook, Twitter o Instagram? Por poner un ejemplo: Facebook, la red más frecuentada por los internautas, supera actualmente los mil millones de dólares en beneficios, justamente el doble que en 2010. Parece, por tanto, evidente, que su finalidad no difiere de cualquier otra compañía empresarial. Ganan dinero, y lo ganan en cantidades industriales. Ahora bien, ¿dónde reside su fuente de ingresos?
Los agentes de policía explicaron a los alumnos cómo en el momento de darnos de alta en una red social ésta nos pide una serie de datos personales. Y dado que estos datos son especialmente interesantes para las compañías, ya que les permiten difundir sus productos con fines publicitarios entre los usuarios de redes, es a través del tráfico de nuestros datos de donde las grandes redes sociales obtienen sus beneficios millonarios.
Después de señalar el trasfondo económico que explica la omnipresencia de las redes sociales en nuestras vidas, la agente enfatizó la necesidad de que los alumnos tuvieran muy en cuenta los datos que publican en las redes, ya sean textos, fotografías o vídeos. Habida cuenta que todo lo que se publica deja rastros y que, aun cuando hayan sido borrados, siguen siendo fáciles de encontrar para cualquier hacker, se hace aconsejable extremar las precauciones. En palabras de la policía, hay que tener en cuenta que “es algo así como dejar la puerta de nuestra casa abierta a merced de cualquiera que desee entrar en nuestra ausencia.”
¿Por qué el grooming? Porque se trata de un problema cada vez más común que tiene en guarda a la policía y que consiste en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor, o incluso, como preparación para un encuentro sexual.
Las principales dificultades para atajarlo son el anonimato de los delincuentes, la inocencia de los menores y la fácil accesibilidad de internet. Y es que, a diferencia del ciberacoso, el “grooming” el acosador es un adulto y existe una intención sexual.
Esperemos que, después de escuchar estas charlas, nuestros chicos tengan en cuenta estos peligros y extremen el cuidado de sus publicaciones en redes sociales.