Colegio bilingüe Juan Pablo II Parla
RECORRIDO DEL COLEGIO
Centro en pleno crecimiento. Educatio Servanda ha abierto este colegio en el curso 2014-15
Nacido en 2014, el colegio Juan Pablo II de Parla es el primer y único colegio católico concertado de un municipio que tiene 130.000 habitantes. Gracias a él, por primera vez en su historia, las familias de Parla, católicas o no católicas, que desean un centro de las características del Juan Pablo II para acompañarles en la educación de sus hijos, pueden hacerlo sin necesidad de tener que salir del municipio.
Todo un logro que, no obstante, no hubiera sido posible sin la confianza, el aliento y el apoyo continuado de los sacerdotes y un nutrido grupo de familias de la localidad. Y es que el colegio Juan Pablo II de Parla, al igual que la Fundación que lo promueve, Educatio Servanda, no solo encuentra su punto de mira en las familias, sino que nace de ellas.
Fueron las familias las que, con su constancia, su buen hacer y una fe incombustible, tras largos años reivindicando el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Alentando a Educatio Servanda a liderar este proyecto, vieron hecho realidad su sueño, el de contar en su municipio con un colegio de ideario católico.
Hoy, cuando apenas ha transcurrido un lustro, el colegio Juan Pablo II cuenta ya con más de 750 alumnos, habiendo experimentado un crecimiento superior al 80%. Un dato que, si habla bien en términos cuantitativos se explica mejor en base a la calidad de la enseñanza que imparte.
Además de una enseñanza integradora, personalizada y bilingüe, el centro ofrece un proyecto pedagógico musical, con posibilidad de Grado, dirigido a todos los alumnos a partir de los 3 años. Asimismo, imparte programas exclusivos en todas las etapas académicas.
OFERTA EDUCATIVA INTEGRAL
Los Colegios Juan Pablo II son centros concertados bilingües que quieren educar integralmente a la persona, desde un año hasta la universidad. El centro está preparado para alcanzar una capacidad de 1800 alumnos.
Preguntar cursos abiertos para secundaria. Bachillerato proyectado.
En régimen de enseñanza concertada acoge cuatro líneas (aulas por curso) de Infantil, Primaria y Secundaria.
La educación es concertada para los niveles de Infantil, primaria y secundaria, desde los tres hasta los dieciséis años. El Colegio acoge a niños de uno y dos años y de Bachillerato en régimen privado.
El Colegio ha solicitado el concierto educativo para impartir ciclos de Formación Profesional de grado medio en paralelo con el Bachillerato. Las familias profesionales que se impartirían tendrían continuidad en el Centro de Formación Profesional de Grado Superior de Educatio Servanda: el Centro de Estudios Superiores Juan Pablo II.
CARTA DE BIENVENIDA
Estimada familia
Nuestro patrón, el Papa San Juan Pablo II, definía a los hijos como “un don preciosísimo del matrimonio”. Conscientes de la grandeza que cada uno de los hijos representa para sus padres, acogemos con entusiasmo y con sentido de la responsabilidad la hermosa tarea de ayudarles en la educación de sus hijos.
Queremos ofrecer a todas nuestras familias una educación de calidad, porque todos tienen derecho a acceder al saber y al conocimiento y, aún más, de desarrollar gusto por la verdad y capacidad de observación, análisis y asombro ante la realidad. Pero, puesto que la escuela debe formar al hombre y no solamente informarle, por encima de la mera comunicación de contenidos académicos priorizamos el crecimiento y el desarrollo integral del alumno como persona.
¿Qué es y en qué consiste ese crecimiento? Básicamente, en el desarrollo de su capacidad de apertura. En un mundo extraordinariamente individualista, es fundamental que el niño y el joven aprendan, poco a poco, a salir de sí mismos, a mirar hacia fuera, a pensar en los demás. Esa es la característica fundamental de la madurez: la ausencia de egoísmo. Saber salir de uno mismo implica estar abierto a los demás. Aprender a servir a los demás equivale a saber vivir y ser capaz de amar. Y puesto que amar significa vivir para otro, solamente aquel que sabe amar y es capaz de entregarse está en el camino de la felicidad. Ese es el desarrollo integral de la persona que queremos fomentar en nuestros alumnos.
Nuestros hijos están creciendo en un contexto histórico y cultural en constante transformación, donde parece que nada es para siempre, nada permanece ni es definitivo. Dentro de este marco social caracterizado por la transitoriedad y por un acusado relativismo, apelamos precisamente a lo más hondo y auténtico de la persona, a lo que no cambia de un día para otro, porque la persona, básicamente, es un ser en relación; en relación con los demás y en relación con Dios.
Por lo tanto, con el máximo respeto a la diversidad cultural en la que estamos inmersos, queremos ser presencia viva del Evangelio en el campo de la educación y proponer a Jesucristo como sentido de la vida y de la historia a todas las familias que acuden a nosotros. Para ello, basamos nuestro modelo educativo en el humanismo cristiano y en la doctrina social de la Iglesia católica, asentándolo en tres principios básicos: educación en virtudes, educación integral de la persona y educación de calidad. Y es que solamente a través del crecimiento en virtudes se educa a la persona en el desarrollo de su libertad, pero esto tiene que darse necesariamente de la mano de una formación de la más alta calidad, sin improvisaciones, impartida por personal cualificado y rico en humanidad.
Todo el equipo directivo, el personal docente y de administración y servicios que constituimos esta comunidad educativa, trabajaremos siempre procurando que estos principios que he intentado condensar aquí se concreten al máximo en el día a día de la vida escolar de sus hijos, para formar entre todos personas libres, capaces de compromisos firmes y definitivos en sus vidas.
Educar, lo saben muy bien todos los padres, es tarea sacrificada, pero también extraordinariamente gratificante. Junto con nuestro Papa Francisco, entendemos que “educar es un acto de amor, es dar vida. Y el amor es exigente”. Les garantizamos que nos dedicaremos a ello con toda nuestra ilusión, y esperamos de corazón que nuestra labor suponga una ayuda para cada familia en el gran reto de la educación de sus hijos, de la que los padres son los primeros y principales responsables.
Atentamente
Alfonso Die
Director del colegio Juan Pablo IIde Parla